Personalidades de la izquierda internacional apoyan al CEDIB (3.1.18)
Gandarillas dijo que “la historia se repite”, pues en 2003, el gobierno de Sánchez de Lozada intervino el CEDIB; entonces, Morales expresó su respaldo a la ONG.
Los intelectuales internacionales demandan a las autoridades que “cese el hostigamiento” y se realicen las acciones para garantizar el normal desarrollo de las actividades del centro de investigación.
La muestra de apoyo fue en aumento, luego de que la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba iniciara un proceso al CEDIB por presunto incumplimiento de contrato en 24 años; demanda el pago de 107 mil dólares.
En el marco de ese proceso, las cuentas del CEDIB fueron congeladas, por orden judicial, a requerimiento de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero. Esa acción puso en riesgo el funcionamiento de la ONG. Antes de ese hecho, la UMSS desalojó de sus ambientes al CEDIB, centro que fue declarado patrimonio histórico de Bolivia.
A las voces de respaldo al CEDIB, que forma parte activa de redes globales de defensa de los derechos humanos y de la justicia económica, social y ambiental, se sumaron las de personalidades como Alberto Acosta, expresidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador, la investigadora Maristella Svampa y Horacio Tarcus de Argentina, Joan Martínez Alier de España y Enrique Leff de México.
También expresaron su apoyo Pierre Salama de Francia, Julio Fierro Morales de Colombia, Silvia Rodríguez Cervantes de Costa Rica, entre otros.
El investigador y director del CEDIB, Marco Gandarillas, manifestó que esta institución es víctima de constantes agresiones y de una campaña de hostigamiento.
Asimismo, lamentó que pese a los llamados de personalidades y organismos internacionales, las autoridades mantengan congeladas las cuentas de la entidad. Advirtió que esa situación afecta en el pago de los salarios de los trabajadores.
Para Gandarillas, la historia se repite, pues comenta que durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, el CEDIB fue intervenido porque se le acusó de ser una organización perteneciente a la “narco guerrilla cocalera”. En julio del año 2003, sostuvo el ejecutivo, el entonces diputado Evo Morales expresó su apoyo a la ONG.