En defensa del pensamiento crítico y la libre expresión (Los Tiempos, 18.8.15)
Por GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ – 18/08/2015
Mucha tinta ha corrido la anterior semana sobre las amenazas del Vicepresidente a cuatro ONG, el hecho de que sea específicamente a cuatro y no a todas, no es un dato menor. Se trata de cuatro instituciones que, desde el pensamiento crítico, cuestionan las políticas del Gobierno. A estas las ha llamado mentirosas, y las ha calumniado por servir a intereses extranjeros, nada más falso y mentiroso. Pero a la vez las ha tildado a dos de ellas de estar a la cabeza de trostkistas verdes. Ironías de la vida ¿no? Que alguien con pasado guerrillero, o sea con posiciones mucho más radicales al troskismo, con sorna, intriga y soberbia amenaza e intimida a dichas organizaciones sobrepasando los derechos constitucionales a la libre asociación y al libre pensamiento. Por supuesto que estando en el poder se tiene la holgura para hacerlo sin escrúpulos. Nada más irónico además porque las temáticas que trabajan estas ONGs son precisamente la defensa de la naturaleza, de la Madre Tierra, de nuestros bosques, recursos naturales y la defensa de los derechos humanos, y el Gobierno las persigue o pretende “fiscalizar”. Irrisorio porque todo aquello de lo que el Gobierno del MAS se vanagloria y pregona en el discurso, en la práctica y en la realidad no cumple, se contradice y quienes lo denuncian son objeto de intimidación y coacción.
¿Acaso en un país que se jacta de mayor democracia pensar diferente no está permitido? ¿Acaso el hacer política sólo está restringida al poder ejecutivo? ¿Acaso el Estado no tendría que ser el reflejo de la sociedad civil en su conjunto, o sólo escoge como imagen a los llamados movimientos sociales afines al Gobierno? Parece que la desesperación por generar un solo pensamiento lleva al Gobierno a no tolerar un pensamiento diferente y crítico, y mucho menos opositor, claro está que ello responde a la idea de perpetuarse en el poder.
Hay que recordar que el MAS-IPSP se apoyó en las ONG de tendencia izquierdista, y que ahora no vale echar a las mismas del país descalificándolas de sus derechos. Ya tenemos el antecedente de la ONG IBIS, cuyo pecado fue defender por varias décadas los derechos de los pueblos indígenas. Es momento de apoyar a las Organizaciones No Gubernamentales, especialmente a estas cuatro que no tienen pelos en la lengua, y que son portavoces de la crítica. No queremos que corran la misma suerte que partidos y líderes opositores perseguidos, dirigentes cooptados y organizaciones marginadas o divididas, periodistas críticos arrinconados, en suma una sociedad civil acallada.
Con todo, lo que está sucediendo me recuerda lo que expresó Marx en el 18 brumario “la historia se repite dos veces, una como tragedia y otra como comedia”. Cualquiera que estemos viviendo, nos crea cierto tedio y hastío. Ante tanto autoritarismo y cinismo, una dosis de humildad no le caería mal a este gobierno sino quiere pasar a la historia justamente como autoritario y antidemocrático.
La autora es socióloga y antropóloga.