La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lleva a cabo su 183 periodo ordinario de sesiones, que comenzó el 7 de este mes y terminará el 18 del mismo.
Ante la solicitud presentada por el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) y la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (CONTIOCAP), se pactó una audiencia especifica sobre Bolivia para exponer la situación de los derechos humanos de las poblaciones indígenas afectadas por la contaminación con mercurio.
Durante la audiencia, ambas organizaciones de la sociedad civil han expuesto información importante sobre los impactos de la minería aurífera en el país y la falta de regulación del mercurio; los estudios realizados por distintas organizaciones que demuestran la contaminación por mercurio de poblaciones indígenas; el rol negativo de Bolivia a nivel internacional como el centro principal de tráfico ilegal de mercurio en la región; y, los impactos en la vida, salud e integridad personal de varias comunidades indígenas en el país.
Representantes del Estado han sido incluidos en la audiencia, con el fin de que brindaran aclaraciones ante las consultas de los Comisionados de la CIDH sobre esta temática.
El objetivo de la audiencia consiste en informar a la CIDH y a la comunidad internacional sobre la situación de crisis medioambiental en Bolivia debido a la falta de regulación de la minería aurífera, el uso ilegal e irregular del mercurio y los impactos en los derechos humanos de la población boliviana, entre otros puntos.
El relator de Naciones Unidas sobre Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos, Marcos Orellana, ha sido integrado en la sesión, para presentar información recogida por su relatoría sobre esta temática, de acuerdo con el mandato otorgado por el Consejo de Derechos Humanos.
En diciembre del año pasado, durante su exposición en un evento organizado por el CEDIB a razón de su carta de Alegaciones enviada al Estado boliviano, el Relator afirmó: “Bolivia se ha convertido en el centro de tráfico de mercurio hacía la minería ilegal en otros países”.