Serranía de San Pedro sufre la invasión de 10 urbanizaciones (Opinión, 20.02.2014)
Un recorrido por las faldas del cerro permitió verificar que existen construcciones ilegales, fraccionamiento para la venta de lotes y avances hacia el área protegida, todo esto incumpliendo las normas municipales que establecen la preservación de la serranía y que las viviendas respeten las rasantes, las vías del canal y aceras. A esto se suma otro tipo de amenazas como el incremento de asentamientos humanos en el sector conocido como “El Minerito”, el vertido de escombros y basura, la deforestación y la presencia de seguidores de unas iglesias cristianas a un lugar de oración muy concurrido en la parte alta del cerro.
Los planos actuales, que tiene el Municipio, no reflejan estas irregularidades que algunas urbanizaciones consolidadas y otras en proceso van cometiendo. Es el caso de Farallones, Irlandés, Incacollo, Sánchez de Lozada, Solterito Alto, la Rinconada Ecológica, Lawi Lawi y en lo que corresponde a los distritos 7, 14 y 8.
CONSTRUCCIONES En el límite con el municipio de Sacaba se encuentra la Urbanización Farallones que, a pesar de haber sido anulada según la Resolución 2585/2000, existe una persona que bajo ese mismo nombre construye actualmente una vivienda de gran extensión. Para la Municipalidad, es extraño que cuente con planos aprobados pese a que existe un informe técnico que no lo permite. Si bien desde la Dirección de Planeamiento se solicitó información al respecto para detener las obras, se pudo constatar que las mismas continúan y de forma acelerada. En este mismo lugar existen otros dos lotes a la venta, pero con las mismas observaciones y se teme que en cualquier momento inicien trabajos para consolidar su construcción y posterior habitabilidad.
Por otro lado, el Municipio estableció un límite del cual no debían avanzar las construcciones hacia el cerro, pero el mismo no se respeta. Desde la avenida Villazón, frente a la Universidad Simón I. Patiño, esta situación es más que evidente. La técnico del departamento de Ordenamiento Territorial, Liliana Arévalo, advirtió que las construcciones se encuentran en un área que fue cedida al Municipio para la forestación. Incluso más arriba de la serranía, una casa fue consolidada por usucapión que iniciaron sus propietarios.
“Son 132.380 metros cuadrados en riesgo de un mayor fraccionamiento”, manifestó Arévalo.
LOS AVANCES Más hacia el oeste se encuentra la Urbanización Irlandés donde hay una amenaza de avances y fraccionamiento por parte de la familia Saravia Blanco. En Incacollo, donde, según los mapas de la Alcaldía desde hace más de 30 años, deberían estar asentadas provisionalmente tan solo 10 familias hay avances hacia arriba y un mayor número de construcciones. Esta situación es similar en la Urbanización Sánchez de Lozada y Solterito Alto.
Según Arévalo, en estos lugares no se respeta el derecho de vía del canal que por ordenanza municipal debía ser de 12,5 metros y, por ley de 15 metros, en ambos lados.
Entre tanto, en la Urbanización Solterito Alto se encuentran alrededor de 80 casas adjudicadas mediante el Decreto Supremo 16061, en 1978. Lo que les extraña a las autoridades actuales es que los avances de propiedades son cada vez más notorios hacia la parte alta de la serranía. Hay un crecimiento fuera de control que podría traer sus riesgos a futuro. También existe una construcción de tres pisos en un área verde, según los planos de la Alcaldía. “Pero no es solo eso, sino que invade el derecho de vía del canal, está muy cerca de la ciclovía”, agregó.
Dijo también que en los últimos años hubo un mayor fraccionamiento en estos sectores y avances hacia la parte de atrás.
Lo ecológico pierde valor en las nuevas construcciones
La Resolución Municipal 1977 del Municipio establece que cada construcción en la serranía San Pedro debe ocupar solo el 50 por ciento del terreno y el resto destinar para jardines y áreas verdes.
Esta normativa no se cumple. Lo que era una condición, se convierte en una necesidad para preservar la biodiversidad que tiene el lugar. Las nuevas construcciones, ya sea por desconocimiento o negligencia, disponen la totalidad de su terreno en construcciones y las calles están asfaltadas. Esto sucede en la Urbanización La Rinconada Ecológica. Mientras algunos vecinos intentan preservar el medio ambiente y tienen sus áreas verdes como corresponde, otros no lo hacen.
“Ambientalmente no podrían construir sin dejar un espacio para las áreas verdes, están fuera de norma, son cien por ciento construcción”, observó la técnico del departamento de Ordenamiento Territorial del Municipio de Cochabamba, Liliana Arévalo.
Mientras continúa el recorrido, se puede ver un cerro rojizo totalmente descubierto y sin vegetación. Los tractores que habilitaron este espacio para la construcción de una casa, solo dejaron restos de las plantas a los lados del terreno.
Más hacia el sur, en la Urbanización La Rinconada Ecológica, se encuentra el conflicto más preocupante para la Municipalidad.
La concejal María Isabel Caero denunció que la familia Salazar ofrece lotes a la venta en su propiedad privada, en el cerro. Lo extraño es que este terreno de 17,89 hectáreas, antes de la declaratoria de Área Protegida (1998), fue destinado a la construcción de un hotel ecológico. Tras una inspección en el lugar se pudo detener la venta y el cierre de la oficina donde se realizaba la oferta. Hace unos días se pudo evidenciar que la oficina volvió a abrirse y ofrece lotes en inmediaciones de la laguna Alalay. Pese a que existen restricciones administrativas, se continúa con la venta por acciones y derechos.
“Hay títulos propietarios, pero no pueden lotear desde que fue declarado área protegida”, manifestó.
En la parte continua, en el cerro de Lawi Lawi hay otra amenaza de fraccionamiento de tierra. Al igual que en los distritos 7, 14 y 8. En el primero, se encuentran siete juntas vecinales que lograron la regularización de planos y el fraccionamiento de lotes.
En los tres distritos hay una subinscripción de la propiedad y la venta es promovida por excolonos.
El 50 por ciento del lado sur está comprometido para fraccionamiento
La técnico del departamento de Ordenamiento Territorial, Liliana Arévalo, conoce la serranía de San Pedro en toda la jurisdicción de Cochabamba. Durante todos los años de su experiencia en esta área ha visto grandes cambios y amenazas constantes que requieren una atención urgente.
P: ¿Qué se está haciendo para preservar la serranía de San Pedro?.
R: Desde la Dirección de Planeamiento coadyuvamos con la definición del plan de manejo de la serranía de San Pedro que se dará a partir de los lineamientos en el plan de reordenamiento territorial. La serranía involucra no solo a una parte del cerro donde se encuentra el Cristo de la Concordia, sino a todo el espacio, desde el barrio Irlandés hasta el límite con Arbieto.
P: ¿Quienes deben resguardar este espacio?.
R: Tiene que ser un trabajo interinstitucional, participar las unidades de Medio Ambiente, Asesoría Legal y la Dirección de Planeamiento. Se debe mantener el área como natural porque equilibra la ecología. Tiene vegetación con alto valor y está vinculada con la laguna Alalay. Todo lo que pase en esa serranía va a repercutir en la laguna.
P: ¿A qué se debe el incremento de construcciones?.
R: Una de las estrategias que toman las personas que venden los lotes y los que fraccionan es promover con los compradores un movimiento social e inciden en la Municipalidad para su reconocimiento, eso pasó con la mancomunidad de las siete juntas vecinales en el sur y Valle Grande.
P: ¿Cuál es la situación actual de la serranía?.
R: Del 100 por ciento de la serranía, en el sector sur, a partir de Rocas Blancas, el 50 por ciento está comprometido con los fraccionamientos. Hay sectores del Distrito 8 que tienen un compromiso mayor. No está reconocido, pero la gente trabaja día a día, los sábados y los domingos van a tratar de construir algo para consolidarse. En otras zonas hay casos aislados, pero la incidencia de la familia Salazar es constante para fraccionar la serranía. Hay gente que cuida, pero también destruye.
Buscan solución a las amenazas para evitar más daños
Un foro sobre la serranía de San Pedro, impulsado por la concejal María Isabel Caero, emitió un documento con las acciones urgentes que se deben asumir para enfrentar las amenazas de avasallamientos en este lugar.
Los participantes concluyeron que era necesario la creación de una ley departamental a corto plazo para declarar área protegida a Cercado, Sacaba y Arbieto. A tres meses de este evento, aún no existe el proyecto de esta norma. La asambleísta Soledad Delgadillo explicó que se encuentra en proceso de elaboración y se prevé pueda ser concluido en las próximas dos semanas.
Por otro lado se pidió la creación de la Guardia Ambiental Departamental para proteger la serranía y prohibir las construcciones, loteamientos, deforestación y quema. Otra de las conclusiones hace referencia a la necesidad de colocar letreros de prohibiciones y crear un Comité de Gestión con representación a nivel estatal, territorial y profesional.
Caero recordó que existe un plan para arborizar y mantener el sistema de riego en el lugar.
ADVERTENCIA. Durante el taller, los participantes advirtieron de la presencia de asentamientos humanos sobre el cerro de San Pedro. En el sector de “El Minerito” se evidenció la construcción de urnas, altares y la presencia de vendedores que la instalarse han destruido la vegetación. Este lugar ha ido creciendo por la cantidad de creyentes que llegan al lugar para pedir “favores” a “El Minerito” y realizan una serie de rituales que incluyen la q’oa y la ch’alla. Para los profesionales con estas actividades se daña el medio ambiente. También se dio a conocer que existe un grupo religioso que ha consolidado un punto de oración en el cerro. Para llegar a ese lugar se abrió camino. Ante esta situación, durante el foro, se determinó enviar cartas a estos grupos religiosos “sobre las prácticas realizadas y los impactos que están creando en las serranías”.