Vecinos se movilizan contra avasalladores en Oruro (El Diario, 03.12.2013)
Ayer se realizaron nuevas movilizaciones contra avasalladores de la ciudad de Oruro. Centenares de adjudicatarios de la urbanización La Florida llegaron hasta las puertas de la Alcaldía Municipal, para exigir «la demolición de las construcciones clandestinas».
Hombres y mujeres de esa urbanización, ubicada en la zona Norte de la ciudad, explicaron que ya existen «incluso sentencias ejecutoriadas, resoluciones municipales concluidas para la demolición de esas construcciones, pero las autoridades parecen que tienen miedo cumplir y hacer cumplir sus propias resoluciones».
El presidente de esa junta vecinal, Cristóbal Flores, dijo que después de tres años de constante pelea ya se han «cansado de hacer trámites y más trámites en la Alcaldía; ya existen resoluciones resueltas, pero que ahora nadie quiere hacer cumplir».
Dijo que incluso, los asesores jurídicos y los técnicos, han ido con un tractor para demoler, pero «después de ver que estaban algunos niños y ancianos, se han dado media vuelta y no han cumplido las disposiciones legales; parece que las autoridades siempre quieren que los mismos vecinos actúen con mano dura».
Consideró que existe una «incapacidad e ineficiencia en la Alcaldía y, por eso, no quieren hacer cumplir las resoluciones, o es que están esperando que, como en el pasado, se aplique la ley del más fuerte».
La dirigente vecinal, Beatriz Zárate, dijo que los avasalladores siguen construyendo en lugares que no les corresponden, sin respetar ni siquiera las áreas verdes y de equipamiento, pero las autoridades municipales parece que «ni siquiera conocen el lugar».
El presidente de la Coordinadora de Juntas Vecinales Periurbanas, José Flores, dijo que la movilización de los vecinos afectados por los avasalladores, «se intensificará con la participación de mayor cantidad de personas y todos los días se aplicarán sistemas de protesta y de llamar la atención de la ciudadanía, porque ya estamos cansados con los avasalladores».
Dijo que si es necesario, «se instalarán casetas y casas en la plaza 10 de Febrero, porque ni siquiera se respetan las áreas verdes y de equipamiento y más por el contrario, se permite y se fomentan construcciones clandestinas en esos lugares reservados para la misma municipalidad».
Afirmó que esta movilización está respaldada por las juntas vecinales de los sectores periurbanos, de aquellos ciudadanos que no pueden vivir tranquilos, porque todos los días tienen que pelear por el respeto a sus terrenos, como en este caso de la urbanización La Florida.
Las puertas de la Alcaldía Municipal fueron cerradas. También habían policías fuertemente armados protegiendo el edificio, pero nadie ingresaba ni salía del inmueble, por razones de seguridad. La alcaldesa Rossío Pimentel no emitió ningún criterio al respecto, pero los subalternos advirtieron que se está pidiendo «informes de los técnicos y abogados, para ver qué es lo que han hecho frente a los avasallamientos en la ciudad».