Exploración e industrialización de hidrocarburos son aún “agujeros negros” (El País, 21.11.13)
Alejandro Zegada/ el país
Si bien en el Foro Internacional del Gas (FIGAS), desarrollado en Tarija la semana pasada, se discutía sobre los avances y desafíos de la nacionalización e industrialización de hidrocarburos, autoridades del sector revelaron que aún no se cuenta con información detallada para que el empresariado nacional forme parte de la industrialización.
Por su parte, el director del Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB), Marco Gandarillas, considera que los temas de exploración e industrialización de hidrocarburos son aún “agujeros negros” por la poca claridad que existe al respecto, y que “no hay un encadenamiento productivo de ningún tipo” a nivel interno que permita maximizar los impactos de la industrialización.
Durante el evento, el gerente General de Técnicas Reunidas en Bolivia, Luis María Villar, convocó a los empresarios bolivianos a que formen sociedades o fortalezcan sus unidades de negocio para atender los requerimientos que existen para ejecutar los proyectos de industrialización, enfatizando así la necesidad de una mayor presencia empresarial para ejecutar los proyectos estratégicos del país.
De esta manera, se refirió tanto a la posibilidad de que empresas bolivianas participen en la construcción y la provisión de “servicios asociados de catering, de mantenimiento y alimenticios”, pero que también deben formar parte de “la producción de petroquímicos básicos para desarrollar la industria, la planificación de industria asociada. Ahí debe entrar el empresario boliviano. Hay necesidad de desarrollar grandes proyectos”.
Pese a ello, autoridades del sector reconocen que aún no manejan datos precisos para que empresarios bolivianos realicen inversiones para un siguiente nivel de procesamiento de la producción que se generará a partir de las plantas petroquímicas de Urea y Amoniaco, Etileno-Polietileno y Propileno-Polipropileno.
“Agujeros negros” del sector
Respecto de las reservas de gas y la exploración en Bolivia, Gandarillas dijo que “hay mucha información que se ha perdido con el proceso de transferencia de las privadas a la estatal y que la estatal no ha recuperado. No sabemos exactamente qué es lo que hay, se está haciendo exploración a ciegas, prácticamente a ciegas. Sin saber a qué nos atenemos yo creo que es irresponsable que el gobierno acelere o incremente los volúmenes de exportación y ofrezca y comprometa mayores mercados, porque no está garantizada la situación”.
También afirmó que hay “hay muchos agujeros negros” también en el tema de industrialización. Consideró que la producción de las plantas de Urea y Amoniaco, Polietileno, Polipropileno, etc., son insumos que aún deben ser transformadas en productos terminados, y manifestó su preocupación de que “el precio de esto se vuelva materia prima barata, todos van a ofertar del modo más desordenado”. A su criterio, por ejemplo, “vamos a hacer una significativa inversión en la planta de urea sin que se sepa exactamente dónde va a ir esa urea. Entonces, como está pasando con el gas en general, va a ser un sector altamente lucrativo que va depender de movidas que se den en semanas y a veces en menos de semanas en uno y otro mercado”.
Asimismo, afirmó que los proyectos actuales son todavía sólo de “transformación, pero industrialización prácticamente no lo es; finalmente sigue siendo un insumo, lo que producimos sería un insumo de otro sector”, y advirtió que hasta ahora “No hay un encadenamiento productivo de ningún tipo”.
Por su parte, la Fundación Jubileo advirtió que “la Ley 3740 de 2007 obliga a que YPFB anualmente certifique las reservas en el país, aspecto que no fue cumplido pues la última certificación fue a diciembre de 2009”. Por tanto, indica Jubileo, “el dato base para proyectar el consumo de reservas es la última certificación oficial”, o sea 9,9 trillones de pies cúbicos (TCF), los cuales “en caso de no existir resultados concretos de exploración, se terminarían en 2021”. Vale recordar que según YPFB, las reservas actuales son de 11,2 TCF (no certificadas) y durarían hasta 2023 en caso de no encontrarse ninguna reserva adicional.
“Insumos” con precios aún por definirse
Al respecto, el Viceministro de Industrialización Álvaro Arnez, explicó que la producción de las plantas serán commodities, cuyo precio efectivamente está vinculado al precio internacional del petróleo. “Entonces, una vez que empiece la producción, hay que ver el escenario de lo que son los precios internacionales del crudo, y en función a eso ya se establece un precio para la puesta en fábrica aquí en Bolivia. Obviamente que tiene que ser mucho menor a lo que es el producto de importación”, enfatizó. Agregó que “en este momento Bolivia se abastece de Brasil, de Argentina y de México. En este momento son estos 3 países que nos abastecen de polietileno, polipropileno y polietileno espumado que es el plastoformo que se produce también en el país”.
Para que los empresarios nacionales tengan una referencia de los costos de estos insumos, Arnez sugirió que éstos estén muy enterados de los precios internacionales de dichos productos (por ejemplo, el precio internacional de la urea ronda entre 600 y 700 dólares por tonelada aproximadamente), y que “ahí se tiene que reducir todo lo que es costos de logística por importación. Ya no se hacen trámites aduaneros, ya no se paga el transporte, etc.”.
Por su parte, el gerente general de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), Amado Montes, coincidió con Arnez en señalar que la producción de las mencionadas plantas serán commodities, o sea que son productos que están en el comercio mundial que tienen grandes volúmenes de producción, y cuyos precios pueden tener también fluctuaciones “casi diarias”.
Asimismo, afirmó que los proyectos de la EBIH están aún en una etapa conceptual. “Estamos todavía en fase inicial, si nos va bien con los técnicos se completará la idea conceptual dentro de la empresa y quien sabe para el próximo año pasar ya a la ingeniería básica. A medida que se tenga ya la ingeniería conceptual, que comprende ya una factibilidad, costo de producción, costo de mercado, que te permita tener ya tu evaluación económica”, explicó.
El árbol petroquímico y la
pequeña base industrial
Las plantas petroquímicas suponen el segundo escalón en el proceso de industrialización. El tercer escalón sería el complejo industrial de manufactura que convirtiera ese plástico en productos acabados con valor agregado, como puede verse en el cuadro facilitado por la EBIH.
Si bien el Estado tiene previsto participar en algunas actividades del tercer escalón, Montes afirma que los las empresas nacionales deberían ser las protagonistas de desarrollar productos terminados. “Quisiéramos que esa industria crezca más o aparezca nueva, porque con la producción de petroquímico básico aquí en el país tendrá mejores posibilidades de competir”, dijo, y ejemplificó que “en el caso de nuestra planta de tubería por ejemplo, Tarplas en Tarija, Plasmar aquí en Cochabamba, hay muchas, y además pequeñas empresitas recicladoras que procesan 100% reciclando y ya van mezclando con materia prima virgen. Hay una pequeña base industrial”.
Plantas podrían no ubicarse en Tarija
El mes pasado, tanto el gobierno central como YPFB, a través de su presidente Carlos Villegas, informaron al país que será un estudio el que defina la ubicación de las plantas. Villegas dijo que “Tecnimont está con la Ingeniería Conceptual y ese estudio va a determinar la localización de las plantas en el primer trimestre de 2014”.
Esta información inquietó a varios sectores del departamento. Por su parte, el presidente del Comité Defensores del Chaco, Miguel Justiniano quien indicó que “lo razonable es que las plantas se instalen cerca de la materia prima que saldrá de la separadora, cerca de la producción de gas que también van a necesitar y próximo al mercado potencial”. El ejecutivo seccional de Yacuiba, Marcial Rengifo, reveló que están ultimando la puesta en marcha de un parque industrial para albergar a las “empresas del plástico”, aunque se desconoce de qué forma estos aspectos influirán en el estudio de Tecnimont.
Al respecto, tanto el diputado oficialista Luis Alfaro como el asambleísta opositor Jhonny Torres instaron a la Gobernación de Tarija a “no dormirse” y generar las condiciones que permitan atraer esas inversiones y puestos de trabajo hacia el departamento, cuestión que hasta hace pocos meses no se discutía.