Mancha urbana fuera de control (Los Tiempos, 20.09.2014)
Ante la falta de control del mercado de tierras en la ciudad y el resto del departamento, los participantes del taller organizado por la Gobernación propusieron la creación de una instancia de control al margen del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), para proteger las áreas agrícolas.
Pues, el crecimiento caótico de las ciudades se ha convertido en una amenaza para los municipios rurales donde aún persiste la vocación agrícola. La deforestación, la falta de agua y el uso inadecuado del suelo son algunos de los problemas que se han comenzado a manifestar a causa de la expansión urbana.
La responsable de la Secretaría de la Madre Tierra, Cinthia Vargas, dijo que las consecuencias del crecimiento descontrolado de los centros urbanos se expresa en el deterioro de la calidad del aire, la escasez de agua, la deforestación indiscriminada, el uso inadecuado de suelo y la concentración de la propiedad de la tierra.
Agregó que estos son algunos de los problemas que enfrenta Cochabamba, debido que no se cumple con la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien. Según los expertos no se está cumpliendo con el objetivo principal de la norma: “vivir en armonía y equilibrio con la Madre Tierra”.
Se estima que en los últimos 20 años se perdieron más de 7 mil hectáreas cultivables. Además, está la contaminación que ha colocado a Cochabamba entre las cinco ciudades de Latinoamérica más contaminadas.
El agua es otro de los temas de preocupación, sobre todo por la contaminación del río Rocha y otros. A ello se suma la cantidad de pozos perforados, cerca de 10.000, a causa de la sequía.
La deforestación de bosques con el fin de lotear es otra forma de dañar la Madre Tierra. Pues, se desordena la mancha urbana y se dañan zonas que purifican el aire en Cochabamba. Por otro lado, está el uso inadecuado del suelo, que provoca que se desaprovechen terrenos de producción. Por ello, es necesario contar con una instancia encargada de realizar estudios para conocer el tipo de productividad de los suelos.
Finalmente, está el fenómeno de la concentración versus la dispersión. Esto se refiere a las concentraciones humanas en la urbe de la ciudad. Cochabamba tiene en la actualidad 1.758.143 habitantes. Del total, 1.199.199 viven en la urbe y 558.944 habitan en la zona rural. El área urbana creció en 10 años un 3 por ciento, sin embargo la zona rural decreció 0,6 por ciento.
OPINIÓN
OMAR FERNÁNDEZ ASESOR DE GESTIÓN DE DESARROLLO DE LA GOBERNACIÓN
“Las tierras deben tener función social”
En varias zonas rurales de la ciudad se ha perdido terrenos que se entregaron a propietarios, pero mucha gente no los aprovecha y deja a media construcción. De este modo, se pierden zonas agrícolas y se cambian algunas formas de recibir agua para cultivos agrícolas.
Debemos darnos cuenta de que las tierras necesitan tener función social y no se las debe urbanizar así por así. Estamos perdiendo espacios y a veces ya no se sabe si se debe pagar por el suelo como área urbana o rural.
ANÁLISIS
CINTHIA VARGAS ENCARGADA DE LA SECRETARÍA DE LA MADRE TIERRA
“Ya no hay zonas que son rurales”
El desarrollo de Cochabamba cada día hace un daño grande a nuestra Madre Tierra. Debemos aprender a utilizar las costumbres para cosas buenas y mejorar nuestra ciudad.
Se vio que pese a que en San Juan era costumbre quemar, logramos dejar de lado aquello y debemos mejorar el tema de las k’oas para los primeros viernes de mes.
Vemos que la calidad del aire no es buena, el agua está contaminada y se pierde día a día, ya no hay zonas rurales.
CONCLUSIONES
Las principales conclusiones del taller fueron las siguientes:
– Creación de un consejo agrario departamental que regule y fiscalice el mercado y uso de suelos.
– Renuncia del encargado nacional del INRA por estar en contra de las comunidades indígenas.
– Solicitar a cada alcaldía un plan de ordenamiento territorial y otro de desarrollo tecnológico agropecuario.
– Elaborar un proyecto de ley que pueda ser utilizado en cualquier gobierno autónomo, con el fin de que sean las normas base para la regulación del uso y mercantilización de suelos.