Vecinos de Los Pinos retienen a supuestos avasalladores (Página Siete, 07.06.2014)
Vecinos de la Urbanización Los Pinos retuvieron anoche a supuestos avasalladores en la calle 21 de Calacoto, zona Sur de la ciudad de La Paz, después de que éstos destrozaran el muro de un terreno en disputa ubicado entre las calles 21 y 22.
«Como propietarios del terreno construimos un muro para resguardarlo y los avasalladores vinieron y lo destruyeron. Entonces, los vecinos en grupo los detuvieron mientras huían y ahora quieren que sean trasladados al Distrito Policial 4 de la zona Sur para que declaren”, afirmó el vicepresidente de la Mutual La Paz, Mario Andrade.
Las mutuales La Paz y La Primera se atribuyen la propiedad del terreno en disputa. Pretenden construir ahí una biblioteca y transferirla a los vecinos de Los Pinos. Ayer en la mañana, dichas entidades ordenaron la construcción de un muro alrededor del lote. A las 19:30 llegaron al lugar tres representantes de Jorge Patiño, también supuesto dueño, y tumbaron la pared.
Ahí se encontraba la Policía, que por orden de un fiscal, según Andrade, detuvieron a un funcionario de las mutuales. Los vecinos salieron a expulsar a los «avasalladores, quienes se subieron a un radiotaxi y se marcharon. Pero en la calle 21 los esperaba una barrera de personas que les impidió el paso”.
Los uniformados resguardaban el vehículo. Los vecinos insultaban y algunos lanzaron piedras. La abogada de Jorge Patiño, Paola Barriga, declaró, a través de la ventanilla, que el 22 de mayo la Sala Penal Primera de La Paz reconoció el derecho propietario de su cliente. Después amenazó con procesos penales para quienes les impedían el paso.
El abogado de los vecinos, Julio Salazar, denunció que la resolución de la sala penal está basada en un anticipo de legítima (derecho sucesorio) ilegal que el padre de Jorge Patiño habría entregado a su hijo. «Pero el padre murió 20 años antes de que se firmara el documento”, aclaró.
A las 22: 00, las tres personas que estaban en el radiotaxi fueron trasladadas a una patrulla con fuerte resguardo policial. Los uniformados les prestaron sus cascos para evitar cualquier agresión y que las cámaras los filmaran.