Estudio: Los métodos de lucha y organización minera se trasladaron a Santiago II durante la Guerra del Gas (PIEB, 22.11.13)
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Dentro de los métodos de resistencia empleados en Santiago II, bajo el asesoramiento de ex dirigentes mineros, resaltan el cavado de zanjas, los turnos de los vecinos para cumplir acciones de lucha y vigilia, la apertura de tiendas para la compra de alimentos, entre otras.
“Por las circunstancias especiales de aquellos días, los dirigentes desaparecieron y fueron los vecinos, aquellos que pertenecieron a un determinado barrio y junta vecinal, los que se movilizaron, por eso es bueno aclarar esto porque hubo bastante mitificación sobre el rol jugado en los días críticos por las organizaciones urbanos como la Federación de Juntas Vecinales y la Central Obrera Regional”, afirma al Periódico Digital PIEB.
De las entrevistas y grupos focales realizados en la ciudad de El Alto, con el apoyo de la investigadora Isidora Coria, la coordinadora del estudio dijo que se resalta la procedencia de los vecinos migrantes de las minas, y el tipo de organización política sindical, donde la solidaridad ocupa un sitial muy importante en sus relaciones.
En cuanto a los métodos de lucha que implementaron en la Guerra del Gas resaltan el cavado de zanjas, los turnos que hacían, las aperturas de tiendas, las pulperías. “Santiago II es un caso particular, puesto que ese barrio es la reproducción y réplica –en algunos aspectos- de la forma de vida minera”, dice.
Dentro de la organización de la junta vecinal, se implementó en esos días difíciles de lucha y resistencia, la presencia de los delegados de calle, encargados de informar y movilizar a los vecinos de la calle.
Al igual que en las minas donde regulaba la pulpería en momentos difíciles de intervención de regímenes dictatoriales, fue en Santiago II donde se reguló la apertura de tiendas, de modo que los vecinos podían proveerse de alimentos durante dos horas al día desde muy temprano.
“Cabe preguntarse el grado de influencia de la formación política y la carrera dirigencial de quienes encabezaron la resistencia y la movilización, y refiriéndonos a Santiago II, prima la tradición minera, donde don Jorge Meruvia (nombre ficticio), quien tenía una larga trayectoria de formación sindical, fue quien en 2003 liderizó junto a otros, las movilizaciones de octubre en su zona”, sostiene.
La villa Santiago II está hoy en día más poblada por los inquilinos que por los dueños, y de a poco se fueron perdiendo las formas de organización, al igual que la solidaridad entre los vecinos.
En cuanto a la evaluación del proceso de cambio, los entrevistados en su gran mayoría, según dijo la autora, expresaron su desilusión, y que en el caso particular de El Alto, ven el desgaste de la FEJUVE –antes contestataria y cuestionadora de los partidos tradicionales-, convertirse en una instancia en la que la cooptación política campea, como resultado de la influencia del partido gobernante.
Contacto: gcanedovasquez@yahoo.com
Bibliografía recomendada: «Villas Rebeldes. Apuntes sobre las organizaciones vecinales de la periferia urbana en Bolivia”. M. Gandarillas, E. Torrico, G. Canedo, C. Torrico, G. Ventura. CEDIB, Cochabamba, 2013