Avasallamientos perjudiciales (La Patria, 09.06.13)
Editorial
Está claro que nadie se anima a realizar inversiones en un distrito en el que predominan los avasallamientos y no se respeta la propiedad privada, que está fuera de los controles de seguridad pública y al margen de las leyes, además bajo una alternativa de zozobra debido al constante asedio, casi cotidiano, de los «movimientos sociales», insatisfechos en sus demandas que se postergan indefinidamente por la falta de adecuada gestión de autoridades.
Hay otras motivaciones en este tema que preocupa especialmente a los empresarios privados que han denunciado la venta y ocupación irregular de terrenos por parte de avasalladores que van copando espacios que por disposiciones superiores han sido destinados para la implementación de una zona de reserva industrial en la que debe asentarse buen número de factorías que están esperando condiciones de seguridad y garantías para invertir y poder establecer nuevos emprendimientos laborales.
Este hecho que se produce en la zona de Huajara, se repite en otros sectores de la ciudad pero con una diferencia particular, pues se trata del asentamiento de vecinos para la construcción de viviendas justamente allí donde deben estar las fábricas, inclusive algunas que necesitan de ciertas previsiones por las características de su producción, situación que muy pronto puede desatar conflictos entre vecinos, unos instalados con respaldo de una normativa especial para favorecer a las industrias y los otros asentados irregularmente en terrenos no aptos para viviendas familiares.
Hay que lamentar la indefinición de algunas autoridades que sabiendo de la existencia de una ordenanza municipal 71/06 que declara y reconoce la vigencia del Parque Industrial Controlado de Huajara en el que debe ubicarse la «industria pesada», permiten el asentamiento de grupos de avasalladores que toman posesión de los terrenos para construir viviendas, allí donde sólo deben funcionar industrias, hecho que distorsiona totalmente el Plan de Ordenamiento Urbano Industrial que debe ser respetado, si se quiere ordenar el crecimiento de nuestra ciudad sin alterar la ubicación específica de áreas de servicio.
Nadie explica la situación de los terrenos que también deben servir para el Parque Industrial ya definido y que se encuentra hacia el este de la Doble Vía a Vinto, la Av. 24 de Junio, aledaña a los terrenos del Complejo de San José y donde están ya otras industrias como Cartonbol, una productora de bórax, la Ferrari Ghezzi, Enalbo y otras, pero dejando un gran espacio libre en los predios frente al aeropuerto, es decir que hay terrenos que deben ser cuidados para darles adecuado uso, incluyendo los de Socamani donde se planea instalar el «parque industrial liviano», mostrándose de este modo una caótica asignación de terrenos, pues paralelamente se permite que los avasalladores tomen posesión de terrenos, allí donde deberían respetarse las áreas de equipamiento, como son las requeridas para los «parques industriales» que dicho sea de paso debieron ubicarse juntos en una buena extensión de terrenos y con las características apropiadas para establecer un verdadero parque industrial, de áreas definidas por especialidades y por condiciones propicias para cada emprendimiento, de modo que el resto de terrenos puedan servir para el crecimiento urbanístico ordenado y debidamente planificado, incluyendo en cada caso los detalles de saneamiento básico que hacen posible avanzar urbanísticamente, mostrando una ciudad ordenada y adecuadamente diseñada para garantizar inversiones industriales y las otras del crecimiento vecinal que precisan comodidades, especialmente las de saneamiento básico.