Persisten los avasallamientos (La Patria, 02.06.13)
Editorial
La acción irregular de avasalladores se extiende en varias zonas de la ciudad causando una serie de problemas a propietarios legítimos y a las autoridades que no alcanzan a frenar los ímpetus de gente interesada en apropiarse de cualquier terreno que encuentra aparentemente libre.
Lo que sucede es que no hay respeto a la propiedad privada y menos a las disposiciones en vigencia, una acción que se convierte en una premeditada posición de algunos «loteadores» que han hecho del avasallamiento su labor y negocio cotidiano, alentados por conocidos instigadores que pese a ser sujetos observados por la justicia, siguen en su tarea de causar daño a la comunidad.
La ocupación de lotes y en algunos casos la construcción irregular de unidades habitacionales se produce allí donde los ávidos ciudadanos descubren ciertos espacios que los consideran aptos para ocuparlos y pretender regularizar su propiedad por efecto de la presión y la fuerza, desconociendo la vigencia de títulos propietarios, registro en Derechos Reales y otros documentos que no tienen valor alguno ante la prepotencia de los avasalladores.
Son muchas las denuncias que diariamente se presentan en dependencias del Municipio, en Fiscalía y hasta en la Gobernación señalando la incursión de prepotentes ciudadanos que atrevidamente, inclusive trasladan materiales de construcción como piedras y ladrillos, haciendo de su presencia un acto de insólita posesión de lotes ajenos y defendiendo su irregular actitud con una serie de amenazas que en la mayoría de los casos se han convertido en hechos violentos con damnificados y hasta más de una víctima fatal, en uno de esos duros enfrentamientos.
Corresponde a las autoridades de la Municipalidad, la Gobernación, el Ministerio Público y la Policía Departamental actuar con mayor drasticidad en este asunto del avasallamiento de terrenos, estableciendo responsabilidades y aplicando severas sanciones a quienes resultaren culpables de instigación y de ejecución de atentados contra la propiedad privada o pública y más aún si se produjeran daños materiales que afecten la seguridad ciudadana.
Hay otra tarea urgente que deben asumir los funcionarios de la dependencia especializada de la comuna para realizar una total inventariación de los lotes de terrenos existentes en diferentes zonas y donde aún no hay construcciones, situación que además debe acompañarse con una resolución expresa de la autoridad municipal, conminando en un plazo determinado a todos los propietarios de lotes a proceder al amurallamiento de los mismos y legalización de propiedad y ubicación para que se consideren áreas ocupadas y de futura construcción.
Los llamados terrenos baldíos deben ser identificados por la autoridad de la municipalidad en un plazo establecido, en el que se obligará a propietarios de esos lotes a demostrar su derecho propietario y en su caso podrá definir el uso que pueda darse a predios que no han sido reclamados legalmente y que de manera ordenada puedan beneficiar a ciudadanos deseosos de contar con la vivienda propia y por lo menos en superficies tomadas en cuenta dentro de los planes municipales para la expansión de la «mancha urbana» de la ciudad.
Los avasallamientos que se han presentado en los últimos días no pueden ser permitidos, las autoridades deben solucionar esas arbitrarias ocupaciones como las que se han presentado en la zona Este, más abajo del aeropuerto y cerca a urbanizaciones de Santa Rosa, El Carmen I y II, Socamani y Los Ángeles.