Según informe de Villegas, Llorenti sabía del operativo en Chaparina (La Razón, 1.2.13)
Cuatro días después de la intervención policial a los indígenas del TIPNIS en Chaparina (Beni), el entonces ministro de Gobierno Wilfredo Chávez recibió un informe que dice que Sacha Llorenti estaba al tanto del operativo del 25 de septiembre de 2011.
La Razón / Ernesto Calizaya / La Paz
02:13 / 01 de febrero de 2013
Cuatro días después de la intervención policial a los indígenas del TIPNIS en Chaparina (Beni), el entonces ministro de Gobierno Wilfredo Chávez recibió un informe que dice que Sacha Llorenti estaba al tanto del operativo del 25 de septiembre de 2011.
El 19 de octubre de 2012, el Movimiento Sin Miedo (MSM) comentó dicho informe e indicó que en él se evidenciaba que Llorenti instruyó la intervención policial a la VIII marcha, aunque éste negó tal cosa ante el Fiscal.
El documento referido es el VMRIP-135-2011, del 29 de septiembre de 2011, firmado por Boris Villegas, entonces director general de Régimen Interior y ahora preso por sus vínculos con la red de extorsión. En el documento detalla las acciones realizadas desde su partida a San Borja en un vuelo chárter de la FAB —el 15 de septiembre de 2011— hasta su retorno a La Paz, el 27 de septiembre en la noche.
Villegas, tras las afirmaciones del MSM, afirmó a La Razón (19 de octubre de 2012) que él entregó ese documento a la Fiscalía y negó que en él responsabilice a Llorenti, ya que “hubo una ruptura de la cadena de mando”.
Operativo. Esta denuncia resurgió ayer, luego de que la abogada del MSM, Aida Camacho, afirmara que durante la inspección ocular de la Fiscalía en el lugar de los hechos, el general Óscar Muñoz, única persona sometida a una audiencia cautelar en este caso, dijo que “no hubo ruptura de la cadena de mando”.
En el informe citado, al que accedió La Razón, las actuaciones son descritas con fecha y hora. Por ejemplo, se menciona que antes del “secuestro” del canciller David Choquehuanca, a las 08.45 del 24 de septiembre de 2011, Villegas se aproximó al hotel donde estaba la comisión gubernamental y tomó contacto con Wilfredo Chávez, para indicarle que en la noche llegaron 1.200 litros de agua para los marchistas.
Respecto a la intervención policial, anota: “Domingo 25 de septiembre. Hrs. 00.15 am. Cuando yo me encontraba descansando en mi hotel, a las 00.15 me llamó el Dr. (Marcos) Farfán y me dijo que lo llamó el ministro Llorenti desde La Paz para decirle que se había hecho un análisis de último momento y se había decidido postergar el operativo hasta el día siguiente, vale decir al amanecer del lunes 26 de septiembre, impostergablemente, y que en esas 24 horas que se concedía se debían subsanar los aspectos logísticos y de Inteligencia necesarios (…)”.
Pasada las 09.00 de ese día, refiere que llegó a Chaparina un chofer del Ministerio de Gobierno con Bs 30 mil para contratar buses y comprar elementos que la Policía solicitó para el operativo.
Más tarde, entre las 17.15 y 17.30, narra que Farfán le comunicó que el general Óscar Muñoz informó que la marcha se estaba moviendo y que “si se quería hacer una intervención policial éste era el momento, pues las mujeres y niños se encontraban descansando y los que se estaban moviendo eran puros (sic) varones”.
Con esa información, según el informe, Villegas fue a recoger a Farfán de su hotel y se dirigieron al lugar de la intervención. “Cuando llegamos la Policía ya había empezado el operativo; nos mantuvimos a prudente distancia y desde ese momento el Dr. Farfán empezó a comunicarse con el ministro Llorenti, desde mi teléfono”.
Según Villegas, el celular de Farfán estaba mal y las llamadas no entraban, por lo que actuó como enlace desde una vagoneta con vidrios oscuros. También indica que a los 15 minutos de iniciado el operativo se tranquilizó la situación, empero, se disparó gases también a los interculturales “para una operación integral”.
“En ese punto es bueno mencionar que el Dr. Farfán, por instrucciones del ministro Llorenti, según me dijo debía comunicarse cada 15 o 20 minutos con él, informando de lo sucedido”. Quien debía dar la cara ante los medios de comunicación, tras el operativo, sería el general Muñoz, quien se reunió con Farfán en el vehículo que éste ocupaba.
“En cierto momento el Dr. Farfán me indicó que le mandara un mensaje de texto al ministro con el teléfono del Gral. Muñoz, lo cual hice inmediatamente (…) Farfán me daba instrucciones para que posterior al operativo y cuando los medios empezaran a llegar el Gral. Muñoz hablara”, afirma Villegas en su informe.
Farfán fue imputado por incumplimiento de deberes en mayo de 2012, pero hasta la fecha no fue sometido a una audiencia cautelar. Villegas guarda detención preventiva en el penal de Palmasola, pero no por el caso Chaparina, sino por nexos con una red de extorsionadores.
Fiscal José Ponce niega presiones
Versión
De acuerdo con el MSM, no sólo intervino la Policía en el operativo, sino también la Fuerza de Tarea Conjunta. Además, se afirma que el fiscal de Distrito de La Paz, José Ponce, quien vio el caso Chaparina, exoneró a Sacha Llorenti porque obedecía a alguna presión del exabogado del Ministerio de Gobierno, Denis Rodas. Ponce negó esta versión, argumentó que el caso estaba a cargo de una comisión de fiscales, por lo tanto él no tomaba decisiones solo, como para ser “presionado”.
El exministro dijo que él no dio la orden
El exministro de Gobierno y embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, declaró en mayo ante el Ministerio Público sobre la represión en Chaparina. Entonces aseguró que él no dio la orden para el operativo y que se rompió la cadena de mando. En entrevista con el suplemento Animal Político de La Razón, publicada el 2 de septiembre, Llorenti dijo que se enteró del operativo en su casa, a través del vicepresidente Álvaro García. Y reiteró “que el Gobierno nunca va a dar una orden de esta naturaleza”.
Sobre quién dio la orden, el exministro dejó la investigación en manos del Ministerio Público, sin embargo, dio dos nombres, que luego pidió no difundirlos. Movimiento Sin Miedo (MSM), Convergencia Nacional (CN) demandaron a los fiscales convocar nuevamente a Llorenti y que sea destituido del cargo de embajador.
El presidente Evo Morales prefiere no referirse a la ruptura de la cadena de mando, sino a la decisión indígena en esa región. Llorenti no pudo ser contactado ayer telefónicamente por La Razón en la embajada que tiene sede en Nueva York, mientras que el exministro Wilfredo Chávez aseguró que todos los informes del caso los entregó a la Fiscalía y al Defensor del Pueblo, pero que no recordaba el detalle.