Indígenas demandan: aun año de Chaparina no se conoce a los culpables (Erbol, 25.9.12)
Hoy se cumple un año de la violenta represión a los indígenas de la VIII marcha en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y aún no se conocen a los responsables. El caso ahora en manos de la justicia boliviana está retrasado. “Todo está así y es porque el sistema judicial está totalmente colapsado”, admitió la ministra de Justicia, Cecilia Ayllón.
El 25 de septiembre de 2011, un contingente policial fuertemente armado arremetió contra el campamento indígena en Chaparina cuando sus integrantes se disponían a cenar. Los uniformados cercaron a los centenares de marchistas compuestos por mujeres, niños y ancianos y dispersaron gas lacrimógeno. Seguido, procedieron a capturar a los movilizados.
Como si se tratara de una cacería, los policías redujeron a los indígenas, los maniataban y amordazaban con cinta adhesiva, y los amontonaban en las camionetas y buses dispuestos para el traslado hacia sus comunidades.
En el ataque, muchos niños salieron corriendo por el terror del operativo. Mujeres y niños agredidos, hombres con fracturas graves. Las imágenes transmitidas por los medios televisivos daban fe de lo que ocurría en un sector alejado del oriente boliviano.
64 días duró el recorrido de la VIII marcha, que se inicio en Trinidad un 15 de agosto de de 2011 y llegó a la sede de Gobierno el 19 de octubre del mismo año. La masa de movilizados recorrió más de 600 kilómetros entre selva, valles y altiplano.
Origen del conflicto
El conflicto tiene su origen con la firma del contrato entre el Estado boliviano y la empresa brasileña OAS, el 4 de agosto de 2008, que se realizó con la anuencia del autoproclamado defensor de la Madre Tierra, Evo Morales.
El proyecto carretero se concretó con la visita al país del entonces presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, para la firma del crédito brasilero. Luego llegaría el contrato con la constructora OAS como muestra de la indeclinable decisión del gubernamental de construir la vía por medio del parque.
Desde entonces, la campaña del gobierno en defensa del proyecto carretero asumió posiciones extremas de desprestigio contra los indígenas con el objetivo de ganarse el favor de la opinión pública.
Desenlace
El 17 de agosto, el líder indígena Adolfo Chávez y el diputado del MAS Pedro Nuni pidieron la presencia del Presidente Evo Morales en el trayecto de la marcha para entablar el diálogo; el jefe de Estado envió a dos de sus ministros.
Mientras tanto, los habitantes del Tipnis argumentaban por qué no estaban de acuerdo con la construcción de la carretera.
En septiembre, el jefe de Estado se refirió públicamente a la demanda de los indígenas, este será el inicio de la arremetida de su gabinete contra la misma.
Los días 22, 23 y 24 de septiembre los colonizadores afines al partido de gobierno bloquearon el paso de la marcha indígena en Chaparina. Luego de un diálogo infructuoso con el Canciller, de indígena a indígena, finalmente los originarios terminaron reprimidos.
Luego de un año del infausto suceso, el gobierno nunca dio una clara señal ni mostró voluntad por esclarecer el hecho; por el contrario, el Ejecutivo puso trabas al proceso e incluso premió a autoridades directamente implicadas como Sacha Llorenti, que pasó activista de los derechos humanos a realizar el papel más funesto como represor.
Las preguntas que se hacen los indígenas y que fueron planteadas por la exministra de Defensa, Cecilia Chacón, permanecerán por un tiempo más sin respuesta. ¿Quién preparó el plan? ¿Quién lo propuso? ¿Quién lo autorizó? ¿Quién lo ejecutó? ¿Quién aplaudió que se ejecutara ‘limpiamente y sin bajas’? Estas preguntas persistirán en las cabezas de las víctimas y de los interesados en conocer la verdad y martillarán las conciencias de las autoridades de gobierno que buscan ocultarla.
La Paz, 25 septiembre 2012