La minería del tantalio en Bolivia comenzó en la década de 1980, tras la eliminación de la reserva fiscal que limitaba la explotación de minerales por parte de empresas privadas. Las autoridades, enfocadas en la minería del occidente, no pudieron supervisar adecuadamente la extracción de tantalio y otros minerales en el oriente.
Para los mineros, el tantalio es uno de los tres minerales más importantes en esta región, junto con el oro y el wólfram, considerándolo tan significativo como el estaño en el occidente del país.