La movilización del sector cooperativo minero contra la modificación de la Ley de Cooperativas se presenta como una excusa para impulsar una contrarreforma que afectaría el sistema jurídico, económico y ambiental del país, amenazando la soberanía nacional. La Federación Nacional de Cooperativas Mineras (FENCOMIN) sostiene que la sindicalización de los trabajadores en cooperativas haría que estas fueran ingobernables.
Altas autoridades del Estado, incluido el vicepresidente y el ministro de Minería, argumentan que los derechos laborales y sindicales en la ley modificada no benefician a los trabajadores mineros, sino que se limitan a aquellos de cooperativas de servicios. Esta disputa refleja un conflicto más amplio sobre la regulación del sector y el equilibrio de poder en la minería cooperativizada en Bolivia.