Las normas en Bolivia que restringen derechos de libre asociación reflejan una tendencia preocupante común en varios países de la región, vinculada a un modelo extractivista que socava los derechos humanos y la democracia. A pesar de que el gobierno afirma que Bolivia es «uno de los países más democráticos del mundo», se han documentado restricciones a la libertad de expresión y agresiones a organizaciones de derechos humanos.
Este análisis busca evidenciar cómo el extractivismo se traduce en violaciones de derechos básicos, incluyendo ataques a organizaciones críticas que desafían las políticas del gobierno.