El neoliberalismo en Bolivia facilitó la entrega de recursos naturales al sector privado, especialmente a las transnacionales, permitiéndoles acceder a toda la cadena productiva sin restricciones impositivas, ambientales o laborales. Tras el aparente fin del neoliberalismo, surgen interrogantes sobre la política actual del país en relación con estos recursos.
Los anteproyectos de ley de minería, tierras y transporte indican un cambio radical en el régimen de propiedad nacional de los recursos naturales. Este enfoque, dada su naturaleza e impactos, podría generar una fuerte resistencia social. Para que estas leyes se implementen, podría ser necesario limitar aún más el régimen democrático existente.