En 1872, con la liberalización del comercio de plata, la nueva burguesía minera de Bolivia, liderada por Aniceto Arce, buscó alianzas con capitales extranjeros, especialmente chilenos. Formaron la Compañía Huanchaca y el Banco Nacional de Bolivia, impulsando la minería nacional a través de intereses salitreros chilenos e ingleses.
Esta conexión con el capital extranjero marcó un cambio crucial en la economía boliviana, estableciendo un vínculo estrecho entre la oligarquía local y las élites chilenas, lo que influiría en eventos como la Guerra del Pacífico.