La Guerra del Gas refleja la represión del Estado nacional ante la oposición al proyecto Pacific LNG, que resultó en la masacre de 63 personas y numerosos heridos, en defensa de Repsol YPF y sus socios. En junio de 2001, se formó el consorcio PACIFIC LNG, integrado por Repsol-YPF, British Gas y British Petroleum, tras un acuerdo confidencial con Sempra Energy para exportar gas boliviano de los campos Margarita y San Alberto.
Este proyecto incluía la construcción de un gasoducto desde Margarita hasta el Puerto Patillos en Chile, donde se convertiría en gas licuado y se enviaría a California y México. El costo estimado del proyecto era de entre 5.000 y 7.000 millones de dólares.