DECLARACIÓN
ENCUENTRO SOCIAL ALTERNATIVO “AGUA Y ENERGÍA PARA LA VIDA”
COCHABAMBA
10 y 11 de NOVIEMBRE de 2016
Nosotras y nosotros, colectivos y personas de la sociedad civil y pueblos indígenas independientes del Estado nos hemos autoconvocado en la ciudad de Cochabamba, el 10 y 11 de noviembre de 2016, para analizar, dialogar y compartir las diversas problemáticas que sufrimos y que son consecuencia de la expansión y consolidación del modelo extractivista y capitalista en el país. Nos hemos reunido para denunciar y resistir la expansión de las actividades hidrocarburíferas, la construcción de megaobras de infraestructura, el impulso de las iniciativas mineras insostenibles y la deforestación para la expansión de la frontera agrícola del agronegocio, en detrimento del interés y el bienestar de los bolivianos, haciéndonos más vulnerables ante los impactos del cambio climático.
Todas estas iniciativas, antes que beneficiar a los/as ciudadanos/as bolivianos/as son de directo beneficio de las élites económicas nacionales y extranjeras y de la burocracia del Estado.
Vivimos momentos cruciales para el país y su destino. La crisis climática y el modelo de desarrollo que impulsa el gobierno están precarizando los servicios ambientales y los medios de vida de la población boliviana, causando más conflicto, exclusión social, violencia, especialmente contra las mujeres; todo esto en medio de una ausencia de medidas serias y responsable de protección de la naturaleza, es decir de la base de la vida.
El gobierno de Bolivia ha olvidado la agenda política que construyó el pueblo boliviano, que exigía el fin del capitalismo. Por el contrario, ha restituido el poder de transnacionales, consolidando la seguridad jurídica para las inversiones. Hoy el gobierno boliviano ha asumido el rol de defensa de los intereses de las empresas y ha olvidado su rol como garante de derechos de la población, criminalizando la protesta social con argumentos que promueven el racismo y la división.
En este contexto, asumimos que hay luchas urgentes e indispensables. Por tanto, no permitiremos: La construcción de las megarepresas, Chepete-Bala, Rositas, Tariquía entre otras; el proyecto nuclear que abre, además, la posibilidad a la extremadamente contaminante y peligrosa minería de uranio; las normas y políticas que avasallen nuestras áreas protegidas y los territorios indígenas; la exploración y explotación petrolera que amenaza la vida de los pueblos no contactados del Norte Amazónico, así como la integridad de las áreas protegidas y los territorios indígenas amazónicos; la vulneración del derecho a la consulta previa libre, informada y vinculante de los pueblos amenazados por las actividades extractivas y de mega infraestructura; la mercantilización y contaminación del agua; el agronegocio y la deforestación que contribuyen a poner en riesgo tanto la provisión de agua en el país, como la seguridad y soberanía alimentaria; la profundización de la cultura patriarcal y misógina que se ve potenciada por este modelo.
Exigimos: respeto a nuestros derechos; cumplimiento de leyes; transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas y apertura del debate social en torno al futuro al que nos conducen estos proyectos.
Proponemos: Una transición energética hacia energías renovables, limpias, descentralizadas, democratizadoras y de gestión autónoma; una gestión del agua como elemento vital que asegure el acceso de la población y que la proteja del derroche y de la contaminación; el desarrollo de una política agropecuaria sostenible que asegure la seguridad y soberanía alimentaria con productos de calidad, que elimine el agronegocio, el latifundio y los transgénicos.
Ante este modelo que pone en riesgo la base material que garantiza y renueva los ciclos vitales, el autoconvocado Espacio Social Alternativo se constituye en una alianza de defensa de la vida, de resistencia frente a las actuales políticas gubernamentales que mantienen y potencian el enfoque neoliberal, extractivista y depredador. Este movimiento articula a diversos actores y movimientos de la sociedad civil; pueblos indígenas, campesinos, mujeres, jóvenes, artistas, académicos, colectivos activistas, defensores de derechos, ambientalistas entre otros. Nos comprometemos con un proyecto de sociedad que logre en una relación armoniosa con la naturaleza.
Asumimos el compromiso de promover y expandir estas luchas y de demostrar solidaridad con las acciones de resistencia de los colectivos impactados y amenazados en el territorio nacional y en el mundo. Nos negamos a permanecer indiferentes frente a estas políticas de despojo y destrucción de la vida y generamos un espacio independiente, autónomo de debate, análisis, lucha y construcción de alternativas desde las distintas regiones del país.
Nos declaramos en movilización permanente en defensa de la vida y la dignidad.