Hay tres propuestas de ley para el Parque Tunari (Los Tiempos, 31.03.13)
Dos proyectos de ley presentados por los campesinos plantean reducir los límites al norte y al sur del área del Parque Nacional Tunari; mientras que una asambleísta departamental propone endurecer los impuestos para los asentados.
Mientras los asentamientos avanzan por encima de la cota 2.750 del Parque Nacional Tunari, se debaten intensamente tres proyectos de ley que intentan modificar el límite del área protegida, normar los asentamientos y aplicar impuestos elevados a las urbanizaciones que se han establecido recientemente en el lugar.
Aunque los proyectos de ley están siendo considerados en la Brigada Parlamentaria de Cochabamba, la presidenta de esta institución, Carmen Peredo, adelantó que ella no aceptará la ampliación del área urbanizable por encima de la cota 2.750.
La primera propuesta fue formulada por la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba, en consenso con la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), para plantear que el límite sur del Parque Nacional Tunari, fijado sobre la cota 2.750, se recorra hasta 2.850 metros sobre el nivel del mar (MSNM).
El objetivo es legalizar una gran cantidad de viviendas que actualmente no pueden contar con servicios básicos, por la vigencia de la Ley 1262 (promulgada en 1991) que establece que a partir de la cota 2.750 ya no se puede urbanizar.
Esta norma ya modificó a la ley de creación del Parque Nacional Tunari, la 253, promulgada en 1963 por el presidente Víctor Paz Estenssoro, en la que se establecía que el límite sur era la actual avenida Circunvalación. Sin embargo, como esta frontera no se respetó y la gente construyó por encima, se tuvo que ampliar el límite sur hasta la cota 2.750, que ahora tampoco es respetada.
Por estos antecedentes, las instituciones encargadas de preservar esta área verde se oponen radicalmente a la propuesta de los campesinos. Aseguran que el subir el límite de 2.750 a 2.850 MSNM no implica una afectación de 100 metros (una cuadra), sino que se mide de acuerdo a la altura de referencia al nivel del mar, razón por la cual este incremento en el terreno podría llegar fácilmente a convertirse en varios kilómetros de urbanización al interior del Parque Nacional Tunari.
A esta propuesta se añade la de los municipios de la zona andina, sobre todo de Morochata e Independencia, que ya no quieren pertenecer al Parque Nacional Tunari y piden que se modifique el límite norte.
Explicaron, en su proyecto de ley, que necesitan ocupar espacios dentro de la reserva natural para la agricultura, ya que los terrenos no son aptos para la construcción. La propuesta fue enviada a la Brigada Parlamentaria de Cochabamba, para que sea considerada en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
El tercer proyecto de ley fue presentado por la presidenta de la Comisión de Madre Tierra de la Asamblea Legislativa Departamental, Soledad Delgadillo.
El documento plantea mantener la cota 2.750, como límite sur, pero adecuar las viviendas que se encuentran por encima de esta frontera, para que no afecten a la zona de recarga de acuíferos, además de la creación de nuevos impuestos por el daño ambiental ocasionado.
También se sugiere que se destinen recursos para incentivar el turismo comunitario, como una manera de apoyar a las comunidades que viven en el lugar en medio de carencias.
OPINIONES SOBRE LA SITUACIÓN DEL PARQUE NACIONAL TUNARI
Natalia Vega, Colegio de Arquitectos
Debemos construir canales de infiltración
No podemos aceptar que por intereses sectoriales que no piensan en el bien común se dañe al Parque Nacional Tunari. Los comunarios de la zona están mal informados sobre la Ley de Protección del parque, porque en ella se establece que deben continuar cultivando productos agrícolas rentables y pueden acceder a proyectos de desarrollo que los beneficiarían económicamente, siempre y cuando mantengan su calidad agrícola y no permitan la urbanización de la zona.
Hace varios meses ya planteamos la propuesta de construir, sobre la cota 2.750, varios canales de infiltración que permitan establecer el límite hasta el que puede llegar la urbanización y además mejorar el sistema de recarga de acuíferos tan importantes en la región.
Jorge Ponce, Miembro del Codac
Tenemos que hacer una franja vegetal
La ampliación del área urbanizable hacia una cota más elevada significaría sobre todo un retroceso en las medidas que en su momento fueron definidas en el ámbito estrictamente técnico, para proteger las recargas acuíferas, permitir la urbanización de esta zona, impedir asentamientos descontrolados en el área protegida; porque si no se respeta la cota 2.750, ¿qué nos hace pensar que se respetará el nuevo límite en la cota 2.850?
La definición de la línea final urbanizable debiera establecerse sobre la base de un gran acuerdo social e institucional que involucre a todos los cochabambinos y que implique además una demarcación con una franja de 100 metros de bosque a lo largo de toda el área que se defina como límite de urbanización.
Sinda Romero, Diputada
Hay 200 urbanizaciones sobre la cota 2.750
En Cercado hay 27 urbanizaciones y juntamente con Sacaba llegamos a más o menos unas 200 urbanizaciones. Se hizo una inspección en el lugar con representantes de la Secretartía de la Madre Tierra y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap).
La tarea tuvo el objetivo de establecer cuántas casas fueron edificadas y hasta dónde avanzaron, tras considerar la existencia de viviendas que están por encima del área permitida.
Con los datos recogidos se tomarán recaudos para buscar una solución al problema de los asentamientos no autorizados. Es fundamental hallar una medida legal que regularice la situación, puesto que unos 100.000 vecinos de Cercado y Sacaba, e incluso de Quillacollo y Tiquipaya, no logran autorizaciones municipales.
LOS NUEVOS PROYECTOS DE LEY
NORMA PLANTEADA POR LOS CAMPESINOS
Subir la cota a 2.850 metros sobre el nivel del mar
El anteproyecto de ley elaborado por la Federación Sindical Única de Campesinos de Cochabamba apareció publicado en la Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia y tiene como fecha de promulgación abril del 2013, sin que éste haya sido debatido y aprobado en la Asamblea Plurinacional.
La propuesta plantea en su artículo 9 las condiciones que se darán en el Plan de Extensión Parcial, sobre el Parque Nacional Tunari, que consiste en “ampliar el área urbanizable de la cota 2.750 hasta la cota 2.850 sobre el nivel del mar, a objeto de consolidar construcciones y fraccionamientos que estén evadiendo el pago de impuestos”. Este documento establece, además, que en todos los terrenos consolidados “los propietarios están obligados a plantar y cuidar el crecimiento de cinco árboles (frutales, forestales, ornamentales o medicinales). En el artículo 5, que habla sobre la finalidad, se establece que será promulgada para “contribuir al logro de la soberanía y la seguridad alimentaria para el Vivir Bien de las bolivianas y bolivianos a través de la agricultura sustentable y la propiedad privada”.
PROYECTO PROPUESTO POR ASAMBLEÍSTA
Aumentar impuestos y adecuar asentamientos
La propuesta de ley planteada por la asambleísta departamental Soledad Delgadillo establece que la finalidad es “preservar el medio ambiente, adoptando mecanismos de protección del agua, flora y fauna existente en el Parque Nacional Tunari, establecer su manejo sostenido y sustentable, de manera que se permita a las comunidades asentadas actualmente vivir en armonía con un medio ambiente saludable, compartido con la población del área metropolitana del departamento”. Plantea además la creación de un Comité de Gestión, actualmente inexistente, conformado por varias instituciones que se encargarán de velar por la preservación de esta área protegida. Sin embargo, el corazón de esta propuesta es la adecuación de los asentamientos humanos en la ladera sur del Parque Tunari a través de un régimen especial que las haga aptas para existir en una zona de recarga de acuíferos. También prohíbe la subdivisión de propiedades, para evitar que los asentados que logren su adecuación puedan comerciar con estos terrenos. Por último, propone la creación de impuestos que desalienten los asentamientos.