Muere un minero de Comibol en atentado dinamitero perpetrado por cooperativistas (Bolpress, 18.9.2012)
Mineros privados reclaman una rica veta en Colquiri y “el levantamiento de la reserva fiscal” de Comibol
Redacción Bolpress
El trabajador del centro minero de Colquiri Héctor Choque Gutiérrez perdió la vida y otras tres personas resultaron gravemente heridas en un atentado dinamitero perpetrado este martes por cooperativistas mineros privados en el centro de la ciudad de La Paz. Días antes el Presidente Evo Morales dijo que los “asalariados y cooperativistas mineros tienen los mismos derechos constitucionales y tienen obligación de entenderse y trabajar de forma conjunta”.
Posteriormente, el 3 de agosto, representantes del gobierno, de los cooperativistas y del Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Colquiri acordaron que la Cooperativa Minera 26 de Febrero explotaría un sector de la veta Rosario y devolvería a Comibol las vetas Doble Ancho, Blanca Norte, Alto Colquiri, Armas y otras que no esté trabajando, para que la empresa estatal autárquica desarrolle trabajos mineros.
Mediante decreto 1337 del 31 de agosto, el Ejecutivo demarcó las áreas de explotación de la veta Rosario a cargo de la Empresa Minera Colquiri y de la Cooperativa 26 de Febrero, a fin de resolver definitivamente el conflicto entre ambos sectores. Sin embargo, ese mismo día los mineros de Comibol retomaron el centro minero y reclamaron nuevamente la reversión del 100% de los yacimientos a la Empresa Minera Colquiri, motivando una fuerte reacción del sector cooperativo.
Desde principios de septiembre los obreros de la Cooperativa 26 de Febrero se movilizan en Colquiri y en la ciudad de La Paz demandando el cumplimiento del acuerdo suscrito el 3 de agosto y del decreto 1337 que garantiza áreas de trabajo para los mineros cooperativizados.
El 11 de septiembre, cuando los cooperativistas bloqueaban carreteras en La Paz y mineros asalariados mantenían una vigilia en el centro de la sede de gobierno, el Presidente Evo Morales reflexionó que los “asalariados y cooperativistas mineros tienen los mismos derechos constitucionales y tienen obligación de entenderse y trabajar de forma conjunta para explotar esos recursos naturales tan importantes para los bolivianos”.
Ese día el ministro de Gobierno Carlos Romero consideró que “ambos sectores no pueden negarse, tendrán que asumir que tienen que convivir y no se pueden negar ni excluir como si fueran dos enemigos irreconciliables”.
Según Romero, “los compañeros de las cooperativas nos han expresado que no tienen confianza para una reunión conjunta con el sector asalariado dado que habían compromisos que se habían suscrito antes y han sido incumplidos. Denuncian que se han visto imposibilitados de trabajar porque las áreas en las que ellos estaban desempeñando su trabajo han sido restituidas a Comibol; sin embargo, la veta a la que ellos debían acceder no se ha materializado en el marco de los compromisos asumidos”.
Los cooperativistas aseguran que no han podido trabajar en los últimos meses “y eso está poniendo en situación de desesperación a sus familias por las necesidades que deben enfrentar, pero también nos han puesto en manifiesto de que hay una zona de tensión, de provocación permanente, que se ha ido agudizando en los últimos días en el distrito de Colquiri”, informó el ministro de Gobierno.
Los mineros privados acusaron a los asalariados de propiciar una movilización que trasciende los márgenes de racionalidad, con manipuleo de dinamita, exhibición de armas de fuego y actitudes intolerantes, razón por la cual pidieron a Romero que ordene la militarización del centro minero.
Tras escuchar la versión de los cooperativistas, la semana pasada el Ministro de Gobierno declaró un cuarto intermedio en el diálogo, consciente de que en el distrito de Colquiri “debe haber mucha desesperación en las familias y por tanto queremos garantizar una solución más o menos inmediata al conflicto”. Sin embargo, conflicto continuó activo y se agravó en los últimos días.
Este martes 18 de septiembre más de 20 mil cooperativistas mineros marcharon en la ciudad de La Paz haciendo detonar cachorros de dinamita, y exigiendo al gobierno que entregue la veta Rosario para la Cooperativa 26 de Febrero de Colquiri y cumpla otros 13 acuerdos suscritos a principios de agosto.
El senador oficialista Andrés Villca, ex presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), quien encabezaba la marcha, explicó a la agencia ABI que “esta no es una medida presión, es una movilización de reivindicación social para exigir al gobierno cumplir con una agenda de 13 puntos que hemos planteado los de Fencomin y que hemos firmado con nuestro presidente Evo Morales el 3 de agosto”.
El político y cooperativista minero puntualizó que el tema principal de los 13 puntos del acuerdo es “el levantamiento de la reserva fiscal” para que los 400 trámites que tiene el sector minero cooperativizado puedan ser viabilizados por la Comibol”.
El senador del MAS reveló que en la nueva Ley Minera se contempla un artículo que establece que “debe haber otro tipo de administración para todas las riquezas mineralógicas del país, y que no sea precisamente Comibol”, pero aclaró que no es necesario que desaparezca la empresa minera estatal, que debe dedicarse a hacer exploración, prospección y administrar la cadena productiva.
“Hemos esperado la voluntad del gobierno para que cumpla el acuerdo del 3 de agosto; si esto no se da, veremos que otras medidas de presión asumimos exigiendo su cumplimiento”, advirtió por su parte el dirigente de Fencomin Vladimir Smith.
Estalla la violencia
En la mañana de este martes miles de cooperativistas mineros tomaron las calles del centro de La Paz detonando fulminantes y cachorros de dinamita. La multitudinaria movilización paralizó las actividades comerciales y administrativas y las autoridades departamentales de educación tuvieron que suspender las labores escolares en el turno de la tarde.
Los cooperativistas enardecidos lanzaron dinamita a la sede de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia ubicada en el paseo del Prado, hiriendo a por lo menos cuatro personas y causando serios destrozos materiales.
El herido más grave, Héctor Choque Gutiérrez de 25 a 30 años, fue alcanzado por la detonación cuando se encontraba en la azotea de la Federación de Mineros; perdió la mano izquierda y adolecía de laceraciones profundas a la altura de los pectorales, confirmó su hermano Humberto en declaraciones a la televisión local.
Hacía el mediodía fue internado en un centro hospitalario donde se intentaba “estabilizarlo”, pero debido a la gravedad de sus heridas perdió la vida al promediar la 17 horas en la Clínica Asunción a causa de una severa hemorragia interna y el estallido de un pulmón.
Otros cuatro heridos fueron trasladados a la Asistencia Pública y a centros hospitalarios especializados. El obrero de Comibol Isaac Quispe sufre una lesión cervical severa; los otros dos mineros heridos son Wilson Nina y Juan Torrez, según el comandante de la Policía de La Paz Rosalío Alvarez. Uno de ellos cayó a una profundidad de 10 metros cuando explosionó la carga de dinamita. Los mineros privados también hirieron en la calle a un transeúnte, Simón Contreras, un hombre de edad avanzada.
Los efectivos del orden, que seguían de cerca la violenta protesta, tuvieron que utilizar gases lacrimógenos para dispersar a los marchistas, y a pesar del desborde de violencia la Policía no aprehendió a ningún sospechoso. Posteriormente, los mineros privados deliberaron por espacio de hora y media en una multitudinaria concentración en la Plaza San Francisco.
Entre tanto, mineros enardecidos y consternados por la muerte de su compañero en La Paz atacaron la sede social de la Cooperativa 26 de febrero en el centro minero de Colquiri, y posteriormente se reunieron en asamblea para definir acciones de hecho.